Nota: Veinticincoavo capítulo del relato, para ir al primer capítulo pulse aquí: Capítulo 1
En cuanto me expuso tales palabras me quedé petrificado en
el sitio mirando fijamente como se alejaba –“¿Cómo que a casa de tus padres?
¿Es que acaso crees que tenemos alguna posibilidad contra Jack estando en el
estado en el que nos encontramos? Será mejor que regresemos a la cabaña con
Magda y Peep para elaborar un plan lo antes posible. Sé que Peep y yo no
acabamos muy bien la última vez que nos vimos, pero si la causa es por el chico
estoy seguro de que hará lo que sea para salvarlo”-.
Jason se había parado unos metros más allá de mi presencia para
escuchar mis temores. Sabía que era arriesgado dejar solo a Cameron con Jack,
pero por cómo se habían desarrollado los acontecimientos hasta ahora, este no
parecía tener intención de matarlo, o al menos hasta que hubiese cumplido su
objetivo de informar a Larson de su estado.
Sin embargo, en lo respecto a nosotros la historia cambiaba,
ya que dado su historial estaba seguro de que en cuanto nos viese entrar por la
puerta recibiríamos algún que otro balazo que nos dejaría sin vida al momento,
y más si se llega a enterar antes de que acabábamos de suplantarle en el
ayuntamiento. En definitiva, la idea se me planteaba como algo imposible de
llevar a cabo sin perder en el camino más de una valiosa vida que lamentaríamos
después por haber sido tan imprudentes al respecto.Por lo que intenté que Jason
recapacitase acerca de ella, pero por desgracia mi amigo no pensaba lo mismo
que yo, pues con un ademán de mano para indicarme que continuásemos, me expuso
dichas palabras sentenciadoras. –“No tenemos tiempo para ponernos a idear un
plan elaborado, Tomek. Vamos completamente contrareloj. No creo que Larson
confíe tanto en Jack como para no mandar a algún otro miembro de los
testaferros en la búsqueda del chico bajo manga. Además, Magda y Peep ya no
están allí. Cuando dije que iría a por vosotros, Peep decidió que regresarían a
su cabaña, y que una vez allí encontraría un lugar seguro para ocultar a Magda.
No te preocupes por ella, aunque Peep tenga sus dudas acerca de ti, y de todo
lo que te rodea. Magda es para él más que una compañera. O al menos esa
intuición me ha dado por como la trata. Dudo que ella sepa nada, ya que su
marido y él fueron muy amigos y eso es algo sagrado para Peep, por lo que no
creo que interfiera en su luto para nada. Pero si he visto como hace verdaderas
locuras por ella a la mínima ocasión, así que no te agobies que estoy seguro de
que están bien a salvo los dos. En cuanto a Jack, me imagino que durante todos
estos años habrá construido todo tipo de trabas para que nadie entre en su
morada. Que yo sepa cuando se unió a los testaferros rechazó vivir con ellos, y
se mudó de nuevo a nuestro antiguo hogar convirtiéndolo en su fuerte
infranqueable para mantenerse completamente a salvo en todo momento. Más de un
cazador ha perdido la vida al intentar darle caza en sus dominios. Pero no
cuenta con que yo también conozco la casa, y se dé un sitio donde nos podemos
colar sin ser vistos. Con un poco de suerte entraremos sin dar cuenta de
nuestra presencia, y no hará falta hacerle frente a no ser que sea
absolutamente necesario”-
Mientras me relataba la información ya había vuelto a tirar
de mí para que me metiese en la dinámica del plan sin perder tiempo alguno. Yo
tenía mis dudas acerca de toda la lógica que me había relatado tan
concienzudamente, pero también pensé que aunque fuese una idea arriesgada en la
que posiblemente tuviésemos muy pocas posibilidades de sobrevivir, en una cosa
estaba en lo cierto. Dicho proposito era el más factible si Cameron se
encontraba recluido en casa de los Alvery. Si esperábamos a estar con
refuerzos, podría ser demasiado tarde a la hora de recuperarlo, ya que
seguramente, en cuanto Larson se enterase de su estado pondría unas medidas
infranqueables a su hijo para que no pudiésemos acceder a él. Por lo que
reduciendo la lista de posibles, debía darle a mi amigo la razón en su
convencimiento. –“Supongo que estás en lo cierto, Jason. Si queremos acceder al
chico debemos ir cuanto antes a buscarlo. Aunque sigo pensando que como
tengamos que enfrentarnos a Jack en estas condiciones va a ser terrible”-.
En cuanto dije tales palabras observé como Jason giraba a su
derecha, dejando al lado contrario el camino que debíamos tomar para ir a
nuestro antiguo hogar. Había tomado un desvío ascendente hacia la montaña donde
se vislumbraba la silueta de una gran casa a lo lejos. Este emprendió su marcha
hacia dicho lugar, y centrado como estaba en el camino pedregoso que se nos abría
ante nosotros sinuosamente enrevesado, me contestó con total seguridad a mis
miedos, dejándome intuir que se guardaba más de un as en la manga para que
dicho plan saliese como debiera. –“Tranquilo, Tomek. Si todo va bien. Ni si
quiera le veremos la cara a ese mal nacido. Nuestra prioridad será la de buscar
al chico en el lugar donde creo que debe tenerle encerrado. Así que iremos
hasta allí evitando cruzarnos con él en el camino. La casa es grande así que
con un poco de suerte, ni si quiera se enterará de que hemos entrado hasta que
ya estemos con Cameron de vuelta a la casa de tus padres. Confía en mí. Ya
verás como todo sale genial”-. Dicho esto me sonrió, y me dio un golpecito en
la espalda para infundirme confianza. Yo le agradecí el gesto con una con un
movimiento de cabeza a modo de confirmación, y juntos nos aventuramos en
silencio hacia el atrincherado lugar, sin sospechar que nos aguardaría más de
una sorpresa en su desolado interior.
Durante el trayecto, volvimos a torcer a la derecha,
conectando con las lindes del pueblo, donde podía entreverse ya, el puente por
el que había entrado a la ciudad hacía ya lo que parecía una eternidad. Al
visualizarlo me lo quedé mirando con cierta nostalgia en el corazón. En dicho
momento no pude pensar sino en todo lo que había sucedido desde entonces, y
como el Tomek que había entrado con paso confiado por dichas aceras, era ya un
extraño para mi persona en estos momentos en los que la locura y el frenetismo
abarcaban todo mi mundo.
Mi ensoñación nostálgica hizo que me quedase un rato absorto
en mis pensamientos hasta que un ruido continuado de maleza dañada hizo que
volviese a la situación, centrándome en lo que importaba en dichos momentos.
Por lo que continué con el ascenso prolongado, y con un movimiento de cabeza
busqué la localización del ruido, observando atónito como mi amigo medio ciego
estaba luchando completamente contra la naturaleza del lugar, en un estado de
oscuridad total, mientras intentaba subir ladera arriba donde se vislumbraba la
silueta de una vistosa casa, cada vez más majestuosa a medida que nos íbamos
acercando. –“Vamos, Tomek. Un esfuerzo más que casi estamos ya en la cima”-.
Jason me alentaba desde su ángulo de posición mientras yo ya me acercaba a él
para facilitarle el trabajo. Su tenacidad me asombraba, y me daba algo de
respeto a la vez. Si me preguntaran a día de hoy que pensaba sobre la
focalización exacerbada del amigo más valiente que poseía en estos momentos,
les diría que no sabría decir si era movido por él mismo, o por la locura obsesiva
de no perder a nadie más debido a los traumas de su infancia. Sabía a ciencia
cierta que si le dejaba hacer acabaría peor de lo que se encontraba por
salvarnos a todos de algún peligro. Por lo que decidí que partir de ahora debía
adquirir más el mando de nuestras actuaciones, al menos hasta que se recuperase
de sus heridas, si quería que sobreviviese a nuestros alocados planes como lo
había hecho hasta ahora. Así que me conciencié sobre la marcha siguiendo su
camino, y esperé a tener la casa suficientemente cerca para exponerle mi plan de
acción correspondiente. –“Vale, Jason. Ya estamos aquí así que dime por donde
tengo que entrar para que ninguna trampa de Jack me arranque el cuello de
cuajo”-.
En cuanto expuse dichas palabras Jason se frenó de golpe y
me miró furiosamente, como si lo que había dicho era una tremenda barbaridad. A
su espalda ya se levantaba el asombroso caserón, que para mi asombro no tenía
ni una sola luz encendida. Podrían no estar en casa, o estar escondidos en
cualquier parte para acecharnos en las sombras al haberse percatado de nuestra
presencia. Eran las dos opciones completamente válidas que Jason ignoró por
completo, ya que con un tono de voz más alto de lo normal, me explicó que las
condiciones del plan no eran negociables. –“Deja de tratarme como si estuviera
invalido de una maldita vez, y escúchame bien. Aquí no valen fallos. Debemos
actuar rápido y bien, si queremos salir vivos de esta. Aquí no van a estar ni
Hyter, ni Peep, ni nadie que te haya ayudado antes para socorrerte en caso de
auxilio excepto yo. Por lo que ante todo déjame a mí al mando, y ten en cuenta
todo lo que te digo para sobrevivir, porque es mi casa, es mi hermano, y es
nuestro amigo el que está ahí dentro sufriendo la pesada carga de Jack. Así que
déjate de hacerte el héroe por una vez, y deja que yo me encargue de todo lo
referente a esta casa. Venga, vamos que como sigamos aquí parados vamos a
acabar llenos de balazos en un abrir y cerrar de ojos. Ven, es por aquí”-. Y
Jason, sin esperar una respuesta de mi parte, se adelantó a la parte trasera de
la casa donde no parecía haber nada especial, salvo para sus ojos expertos en
dichas paredes.
-“A ver, sé que era por aquí…, tiene que estar cerca… si,
aquí está. ¿Ves esta ventana, Tomek? Pues la rompí cuando era un crío al
empujar a Jack contra ella en una de nuestras continuas peleas. Mi padre
intentó arreglarla pero el enganche se quedó algo flojo, por lo que si hago
así… y así… ¡Ya está! Entrada preparada para nuestro acceso a la casa”-. Jason
me miraba sonriente con el hueco de la ventana abierto hábilmente con sus
manos. Yo aún era incapaz de creer como recordaba esas cosas tan nimias de su
infancia, cuando yo ni si quiera era capaz de acordarme de cualquier accesorio
roto en mi hogar. Le devolví la sonrisa asintiendo a sus palabras, y entré después
de él en lo que parecía haber sido una sala de estar muy bien amueblada que
había pasado malogradamente por el tiempo en desuso, haciendo que los muebles,
y los suelos estuviesen resbaladizos a causa del polvo acumulado.
Una vez instalados dentro, y desde mi posición pude observar
como Jason analizaba detalladamente la estancia gracias a su ojo ya no tan
bueno desde que le habían noqueado los testaferros, y a la luz de la luna que
bañaba con su pálido resplandor la estancia a través del hueco utilizado para
entrar en sus dominios. En cuanto comprobó que estaba todo en orden se me
acercó, y con la mayor de las prudencias para no ser oído, me relató sus
impresiones. –“Estaba seguro de que esta parte de la casa no estaba siendo
utilizada porque como ves, está muy apartada y llena de muebles. Cameron estará
en el sótano, o por esa zona en concreto, así que nos escabulliremos hasta allí
procurando no hacer ruido. No tengo muy claro donde está ubicado Jack, ya que he
intentado escuchar a ver si oía algún ruido en la parte superior donde están las
habitaciones, pero no he logrado oír nada. Así que aunque seguramente no esté
en casa, iremos con prudencia hasta cerciorarnos de que estamos solos para no
correr riesgos ¿de acuerdo?”-.
Jason me hablaba lo más suave posible para no revelar
nuestra presencia por lo que yo también colaboré con su plan de sigilo y asentí
solamente a sus palabras, para ponernos en marcha lo antes posible. Si Cameron
estaba solo en el sótano debía de estar sufriendo un verdadero calvario por
mucho que Hyter le hubiera anulado por completo. Así que apresurando el momento,
seguí a mi amigo por su casa rezando por no tropezar con ningún artilugio del
macabro Jack que revelase nuestra posición, y juntos nos encaminamos hacia una
puerta color caoba situada en la cocina que daba directamente hacia el lugar
deseado.
La luz en esta parte de la estancia era más intensa que la
expuesta en el pasillo colindante, cosa que agradecí en parte enormemente, pero
aunque me alegraba poder ver de nuevo, estábamos completamente expuestos en una
casa extraña a merced de que el delator nos descubriese, por lo que apurando a
Jason le expuse unas palabras apremiantes de las que me arrepentiría más
adelante. –“Vamos date prisa en abrirla, o acabará enterándose todo el
vecindario de que estamos aquí”-. Jason que no quitaba ojo al picaporte de la
puerta en cuestión, se apresuró a confirmar mis palabras con la cabeza, y muy
lentamente, inició el giro del picaporte para no producir más ruido del
necesario. Al realizarlo, la puerta, chirrió levemente al entreabrirla, y una
vez se hubo filtrado la luz necesaria para visualizar las escaleras, Jason se
volvió y me dijo –“La luz está abajo así que arrima la puerta, y ten cuidado
con las escaleras. Yo iré delante para abrirte el camino”- Y con tal despedida,
se adentró en la oscuridad del subterráneo que segundos más tarde me engulliría
a mí por completo tras seguir sus pasos.
Al perderle de vista, comencé a descender por las escaleras
con toda la suavidad posible que me permitían mis zapatos intentando no caerme
a causa de la poca visibilidad que tenía a mí alcance. Delante de mí, sentía a
Jason liderar la marcha, yendo hacia el fondo de la estancia sin problema
alguno como si hubiera realizado este camino cientos de veces, toqueteando continuamente
las paredes en busca de algún alambre, o trampa en general que hubiera puesto
Jack en algún momento anterior. Pero por suerte no encontró nada. La zona se
encontraba totalmente libre de cualquier peligro, y para cuando bajé el último
escalón, mi amigo ya había encendido la luz del sótano iluminando así toda la
estancia para realizar nuestra búsqueda más concienzudamente de nuestro amigo.
Durante nuestro rastreo nos dimos cuenta que en la sala nos
encontrábamos él, yo, y por desgracia, solamente unos trastos viejos apilados
debajo de sábanas. No había ni rastro del chico por lo que mi amigo profanó
para sí su desdicha al fracasar en su planificación anticipada con anterioridad.
–“¡Mierda! Estaba seguro de que estaría aquí confinado. Venga, vayamos a los
pisos superiores a ver si lo ha metido en alguna habitación”- Jason ya me
señalaba a la puerta para que partiéramos, pero el destino hizo que no diésemos
ni un paso, pues al visualizar a mi amigo, al lado del interruptor caí en la
cuenta de que a sus pies, había algo que me resultaba vagamente familiar. –“Oye
Jason, ¿eso del suelo no es la bata del hospital que llevaba Cameron la última
vez que lo vimos?”- Jason inmediatamente miró hacia sus zapatos, y se agachó
para recoger la prenda que tenía a sus pies. Con dicho objeto estaba más que
claro que Cameron se encontraba en dicho lugar por lo que aún había esperanza.
En cuanto me di cuenta de tal hecho corrí hacia Jason para examinar la prenda
juntos, pero entonces, justo cuando ambos estábamos dándole vueltas buscando
alguna pista que nos fuera de utilidad, una voz resonó con fuerza en la
estancia, haciendo que nos diésemos cuenta de que provenía de lo más profundo
del sótano. –“Pensé que estaría más cómodo con ropa de andar por casa, así que
se le cambié antes de que llegasen las visitas para que disfrutase cómodamente
de vuestra muerte, como buen anfitrión que soy”-.
Al oírlo instantáneamente Jason soltó la prenda, y se llevó
la mano al revolver que tenía en la chaqueta. Yo por mi parte me quedé atónito
ante la figura de Jack que salía de entre las sombras de una puerta interior en
la que ambos no habíamos reparado entre tanto inmueble esparcido por la sala. Sin
pestañear apenas, Jason fijó claramente a su objetivo, y preguntó con suma
rabia acumulada la pregunta que ambos nos estábamos haciendo en dichos momentos.
–“Donde lo tienes, Jack. Dímelo, o juro que te vuelo la cabeza ahora mismo”-.
Sabía que era imposible hacerle entrar en razones en dicha circunstancia, así
que me esperé lo peor al oír como Jack lejos de responder, le provocaba aún
más. –“Tal y como está tu vista ahora, tienes más posibilidades de darle a
Tomek antes de que me aciertes a mí. Aquí los únicos que van a morir sois
vosotros dos, así que déjate de gilipolleces y comienza a suplicar por tu vida
ahora que aun puedes hablar”-.
Jack se encaminó a sacar también un arma de sus ropas pero
se quedó a medio camino, pues un extraño ruido se había escuchado en la planta
superior indicando que algo estaba ocurriendo en dichos dominios. –“Vaya, ¿os
ha dado tiempo de traer refuerzos? ¿A cuál de los dos inútiles voy a tener la
oportunidad de matar?”- Jack se sentía libre de mirar hacia el techo, mientras
Jason aun le estaba apuntando con los dientes apretados. Sabía que manteniendo
el secreto del paradero de Cameron, el testaferro estaba libre de heridas por
mucho que le amenazasen, por lo que se sentía de lo más relajado dominando la
situación. Lo que no sabía es que debido a ese relax, me había dado una pista
crucial de donde se encontraba nuestro amigo en estos momentos de infortunio.
–“Tiene que estar por aquí”- Dije rápidamente en un desvanecido susurro
aprovechando el despiste de Jack ante el ruido. Jason me miró de reojo
extrañado, y de repente abrió los ojos exageradamente ante la sorpresa de
entender lo que le estaba diciendo. Si Jack se pensaba que Peep o Magda nos
habían acompañado es que Cameron estaba cerca de él donde lo tenía controlado.
Sino podría haber pensado que se había caído de su soporte, o algo similar como
había pensado yo instintivamente en el momento en que sentí el golpe.
Jason volvió a mirar a Jack que seguía creyendo que tenía la
sartén por el mango, y no dijo nada más. Apuntó hacia su hermano, y sin que él
se lo esperase, disparó. Errando en el tiro y dando sin querer a la puerta
debido a su empobrecida vista. Fue entonces cuando el caos comenzó a reinar en
el lugar. Observando que había fallado, Jason hizo una mueca de enfado y se
dispuso a apuntar para disparar de nuevo, pero su tentativa quedó anulada por
otros sonidos de disparos comenzaron a resonar cerca de nuestra posición
disparados milagrosamente desde la puerta, sin que fuera Jack el autor, ya que
debido al disparo ocasionado contra su persona, se había lanzado hacia un lado,
y todavía semi apoyado en el suelo, observó atónito cómo corríamos despavoridos
hacia su dirección escapando de los desperdigados impactos que surgían hacia
las paredes debido a que el tirador se encontraba en un ángulo muy elevado para
su difusión. Juntos ya los tres en la misma ubicación, vimos como un correteo
por las escaleras indicaba que alguien bajaba a toda prisa a nuestro encuentro.
Por el sonido de vitalidad, supuse que no sería Cameron, pero a pesar de ello,
ni en mil años me hubiera podido imaginar a la persona que ya se situaba en
frente de nosotros con un arma levantada encañonándonos ahora directamente. Increíblemente,
observé atónito como reconocía su rostro en el acto. Era la chica que
encontramos en el bosque con los campesinos de la edad de Cameron, que advertía
a sus compañeros sobre lo que les haría el alcalde sino lograban llevarnos con
vida ante su presencia.
Al verla recordé las palabras de Jason respecto al alcalde,
y de como este no iba a permitir que solo Jack se encargase de buscar a su
hijo. Lo que no me esperaba sin embargo, es que mandara a una criatura tan
pequeña a meterse en la boca del lobo. La pobre chica intentaba mantenerse lo
más fuerte que podía dada la situación en la que se encontraba enfrentándose a
tres hombres adultos, y con voz un poco temblorosa preguntó. –“¿Dónde está el
hijo de Larson?”- confirmando mis sospechas alzadas sobre su propósito en la
sala.
Todo el mundo se quedó en silencio ante la sorpresa
mayúscula que aun estábamos viviendo. Tan solo Jack que parecía más exasperado que
otra cosa, expuso con un tono molesto. –“Vaya, vaya, más ratas que vienen a por
el trozo de pastel. Si lo llego a saber lo dejo abandonado en el bosque, y os
organizo unas pistas para entreteneros.”-
Al escuchar sus palabras la chica gritó un –“¡cállate!”-
mientras apuntaba temblorosa a su dirección. Esto podía acabar muy mal para
todos, ya que Jack se había puesto a contar tranquilamente las balas que le
quedaban en la recamara sin hacerle el mejor caso dispuesto a eliminarla por
completo, por lo que decidí intervenir para calmar las cosas. –“Por favor,
parad los dos esta locura, o no saldremos ninguno vivo de aquí. Además ambos
trabajáis para que Larson tenga de nuevo a su hijo, así que no hay necesidad de
amenazaros de esa manera”- Aunque intenté parecer lo más racional posible en mi
alegato, no pareció hacer el efecto deseado en ninguno de los presentes. La
niña al escucharme pasó de apuntar al hermano de mi amigo, a dirigir
abruptamente la pistola en mi dirección, mientras Jack seguía ignorándonos por
completo, y Jason me miraba con cara de incredulidad debido a que había
intentado calmar el enfrentamiento entre dos enemigos. Ahora era yo el que me
encontraba en el ojo del huracán, por lo que necesitaba con urgencia que la
niña bajase el arma antes de que cometiese alguna imprudencia, así que,
intentando tranquilizarla a modo de rendición, levanté las manos para que viese
que no pensaba hacerle nada mientras me sorprendía con las siguientes
declaraciones. –“¡¿¡Pero qué estás diciendo!?! Yo no pienso devolverle a Larson
nada. Si quiero al tío ese es para vengarme de toda esta gentuza que acaba de
masacrar a todos los míos, así que dime donde está, o te mato. Juro que lo
haré”- Su enfatización hizo que la muchacha comenzase a señalarme repetidamente
con el arma lo que me aterraba enormemente ante la posibilidad de que disparase,
y me acertase de lleno. Jason al verlo ya me estaba intentando apartar de su
rango de disparo, mientras Jack contestaba a sus palabras con dureza. –“¿Dices
que quieres vengarte porque hemos matado a unos tíos que se colaron en nuestras
infraestructuras por la fuerza, armando un jaleo de mil demonios? A la que
deberíamos matar es a ti por traidora, niñata. Prepárate porque en cuanto
informe a Larson de que te has revelado contra nosotros y has intentado hacer
daño a su hijo en el camino, te masacrará en mil trozos que luego enviará a esa
familia de paletos que tienes como regalo”-.
Al oírlo la chica que ya estaba al límite apuntó hacia él e
intentó disparar varias veces en su dirección infructuosamente, ya que su arma
había sido completamente descargada con anterioridad en los disparos erráticos
de las paredes. Jack debió provocarla con toda la cuenta para que se diera
cuenta de su desgracia antes de morir, pues con una sonrisa triunfal levantó
comenzó a levantar su arma lentamente contra la indefensa niña temblorosa que le
miraba con absoluta estupefacción, y le espetó –“más suerte la próxima vez,
campesina”- mientras yo ya le estaba gritando con fuerza para evitar el
disparo. Sabía que no serviría de nada, pero aun así intenté frenar su
tentativa, intentando evitar una desgracia. –“¡Jack, por lo que más quieras no
lo hagas. ¡Llévala ante Larson. Entrégala a los testaferros, pero no le
dispares!”-. Mis palabras eran sin sentidos que brotaban de mi boca para
implorar el perdón de nuestro enemigo, el cual, para hacer más daño con la
incertidumbre, se había tomado el tiempo suficiente para girar la cabeza en mi
dirección, riéndose de mi ataque de histeria. Pero el capricho de la casualidad
hizo que dicho acto fuese el sentenciador de su redención, ya que en el momento
en que sus ojos pusieron la vista hacia mi posición, un ruido ensordecedor
irrumpió con fuerza en nuestros oídos desde el piso superior, haciendo su
mirada cambiase de la confianza absoluta a una especie de estupefacción
exacerbada ante lo que se nos venía encima. Al principio le miré extrañado ante
la exageración de su acto. No comprendía a que se debía tal efecto, ya que con
los nervios alterados era incapaz de centrarme en descifrar racionalmente lo
que acababa de escuchar en esos precisos momentos de caos absoluto, pero
después de oír posteriormente, el sonido gutural que provenía del interior de
la casa lo comprendí de inmediato. No estábamos solos, en el peor de los
sentidos. Ahora todos compartíamos el mismo macabro destino, en el que una
criatura nos habría encontrado sin que nos diésemos cuenta a causa del calor
del momento, acudiendo rauda hacia una puerta donde minutos atrás yo había
apresurado a mi amigo para entrar en lo que era ahora nuestra sentencia de
muerte.
Continuará…
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