viernes, 19 de agosto de 2016

25. Bajo los muros de la fatalidad (Primera parte).

Nota: Veinticincoavo capítulo del relato, para ir al primer capítulo pulse aquí:  Capítulo 1

En cuanto me expuso tales palabras me quedé petrificado en el sitio mirando fijamente como se alejaba –“¿Cómo que a casa de tus padres? ¿Es que acaso crees que tenemos alguna posibilidad contra Jack estando en el estado en el que nos encontramos? Será mejor que regresemos a la cabaña con Magda y Peep para elaborar un plan lo antes posible. Sé que Peep y yo no acabamos muy bien la última vez que nos vimos, pero si la causa es por el chico estoy seguro de que hará lo que sea para salvarlo”-.

Jason se había parado unos metros más allá de mi presencia para escuchar mis temores. Sabía que era arriesgado dejar solo a Cameron con Jack, pero por cómo se habían desarrollado los acontecimientos hasta ahora, este no parecía tener intención de matarlo, o al menos hasta que hubiese cumplido su objetivo de informar a Larson de su estado.

Sin embargo, en lo respecto a nosotros la historia cambiaba, ya que dado su historial estaba seguro de que en cuanto nos viese entrar por la puerta recibiríamos algún que otro balazo que nos dejaría sin vida al momento, y más si se llega a enterar antes de que acabábamos de suplantarle en el ayuntamiento. En definitiva, la idea se me planteaba como algo imposible de llevar a cabo sin perder en el camino más de una valiosa vida que lamentaríamos después por haber sido tan imprudentes al respecto.Por lo que intenté que Jason recapacitase acerca de ella, pero por desgracia mi amigo no pensaba lo mismo que yo, pues con un ademán de mano para indicarme que continuásemos, me expuso dichas palabras sentenciadoras. –“No tenemos tiempo para ponernos a idear un plan elaborado, Tomek. Vamos completamente contrareloj. No creo que Larson confíe tanto en Jack como para no mandar a algún otro miembro de los testaferros en la búsqueda del chico bajo manga. Además, Magda y Peep ya no están allí. Cuando dije que iría a por vosotros, Peep decidió que regresarían a su cabaña, y que una vez allí encontraría un lugar seguro para ocultar a Magda. No te preocupes por ella, aunque Peep tenga sus dudas acerca de ti, y de todo lo que te rodea. Magda es para él más que una compañera. O al menos esa intuición me ha dado por como la trata. Dudo que ella sepa nada, ya que su marido y él fueron muy amigos y eso es algo sagrado para Peep, por lo que no creo que interfiera en su luto para nada. Pero si he visto como hace verdaderas locuras por ella a la mínima ocasión, así que no te agobies que estoy seguro de que están bien a salvo los dos. En cuanto a Jack, me imagino que durante todos estos años habrá construido todo tipo de trabas para que nadie entre en su morada. Que yo sepa cuando se unió a los testaferros rechazó vivir con ellos, y se mudó de nuevo a nuestro antiguo hogar convirtiéndolo en su fuerte infranqueable para mantenerse completamente a salvo en todo momento. Más de un cazador ha perdido la vida al intentar darle caza en sus dominios. Pero no cuenta con que yo también conozco la casa, y se dé un sitio donde nos podemos colar sin ser vistos. Con un poco de suerte entraremos sin dar cuenta de nuestra presencia, y no hará falta hacerle frente a no ser que sea absolutamente necesario”-

Mientras me relataba la información ya había vuelto a tirar de mí para que me metiese en la dinámica del plan sin perder tiempo alguno. Yo tenía mis dudas acerca de toda la lógica que me había relatado tan concienzudamente, pero también pensé que aunque fuese una idea arriesgada en la que posiblemente tuviésemos muy pocas posibilidades de sobrevivir, en una cosa estaba en lo cierto. Dicho proposito era el más factible si Cameron se encontraba recluido en casa de los Alvery. Si esperábamos a estar con refuerzos, podría ser demasiado tarde a la hora de recuperarlo, ya que seguramente, en cuanto Larson se enterase de su estado pondría unas medidas infranqueables a su hijo para que no pudiésemos acceder a él. Por lo que reduciendo la lista de posibles, debía darle a mi amigo la razón en su convencimiento. –“Supongo que estás en lo cierto, Jason. Si queremos acceder al chico debemos ir cuanto antes a buscarlo. Aunque sigo pensando que como tengamos que enfrentarnos a Jack en estas condiciones va a ser terrible”-.

En cuanto dije tales palabras observé como Jason giraba a su derecha, dejando al lado contrario el camino que debíamos tomar para ir a nuestro antiguo hogar. Había tomado un desvío ascendente hacia la montaña donde se vislumbraba la silueta de una gran casa a lo lejos. Este emprendió su marcha hacia dicho lugar, y centrado como estaba en el camino pedregoso que se nos abría ante nosotros sinuosamente enrevesado, me contestó con total seguridad a mis miedos, dejándome intuir que se guardaba más de un as en la manga para que dicho plan saliese como debiera. –“Tranquilo, Tomek. Si todo va bien. Ni si quiera le veremos la cara a ese mal nacido. Nuestra prioridad será la de buscar al chico en el lugar donde creo que debe tenerle encerrado. Así que iremos hasta allí evitando cruzarnos con él en el camino. La casa es grande así que con un poco de suerte, ni si quiera se enterará de que hemos entrado hasta que ya estemos con Cameron de vuelta a la casa de tus padres. Confía en mí. Ya verás como todo sale genial”-. Dicho esto me sonrió, y me dio un golpecito en la espalda para infundirme confianza. Yo le agradecí el gesto con una con un movimiento de cabeza a modo de confirmación, y juntos nos aventuramos en silencio hacia el atrincherado lugar, sin sospechar que nos aguardaría más de una sorpresa en su desolado interior.



Durante el trayecto, volvimos a torcer a la derecha, conectando con las lindes del pueblo, donde podía entreverse ya, el puente por el que había entrado a la ciudad hacía ya lo que parecía una eternidad. Al visualizarlo me lo quedé mirando con cierta nostalgia en el corazón. En dicho momento no pude pensar sino en todo lo que había sucedido desde entonces, y como el Tomek que había entrado con paso confiado por dichas aceras, era ya un extraño para mi persona en estos momentos en los que la locura y el frenetismo abarcaban todo mi mundo.

Mi ensoñación nostálgica hizo que me quedase un rato absorto en mis pensamientos hasta que un ruido continuado de maleza dañada hizo que volviese a la situación, centrándome en lo que importaba en dichos momentos. Por lo que continué con el ascenso prolongado, y con un movimiento de cabeza busqué la localización del ruido, observando atónito como mi amigo medio ciego estaba luchando completamente contra la naturaleza del lugar, en un estado de oscuridad total, mientras intentaba subir ladera arriba donde se vislumbraba la silueta de una vistosa casa, cada vez más majestuosa a medida que nos íbamos acercando. –“Vamos, Tomek. Un esfuerzo más que casi estamos ya en la cima”-. Jason me alentaba desde su ángulo de posición mientras yo ya me acercaba a él para facilitarle el trabajo. Su tenacidad me asombraba, y me daba algo de respeto a la vez. Si me preguntaran a día de hoy que pensaba sobre la focalización exacerbada del amigo más valiente que poseía en estos momentos, les diría que no sabría decir si era movido por él mismo, o por la locura obsesiva de no perder a nadie más debido a los traumas de su infancia. Sabía a ciencia cierta que si le dejaba hacer acabaría peor de lo que se encontraba por salvarnos a todos de algún peligro. Por lo que decidí que partir de ahora debía adquirir más el mando de nuestras actuaciones, al menos hasta que se recuperase de sus heridas, si quería que sobreviviese a nuestros alocados planes como lo había hecho hasta ahora. Así que me conciencié sobre la marcha siguiendo su camino, y esperé a tener la casa suficientemente cerca para exponerle mi plan de acción correspondiente. –“Vale, Jason. Ya estamos aquí así que dime por donde tengo que entrar para que ninguna trampa de Jack me arranque el cuello de cuajo”-.

En cuanto expuse dichas palabras Jason se frenó de golpe y me miró furiosamente, como si lo que había dicho era una tremenda barbaridad. A su espalda ya se levantaba el asombroso caserón, que para mi asombro no tenía ni una sola luz encendida. Podrían no estar en casa, o estar escondidos en cualquier parte para acecharnos en las sombras al haberse percatado de nuestra presencia. Eran las dos opciones completamente válidas que Jason ignoró por completo, ya que con un tono de voz más alto de lo normal, me explicó que las condiciones del plan no eran negociables. –“Deja de tratarme como si estuviera invalido de una maldita vez, y escúchame bien. Aquí no valen fallos. Debemos actuar rápido y bien, si queremos salir vivos de esta. Aquí no van a estar ni Hyter, ni Peep, ni nadie que te haya ayudado antes para socorrerte en caso de auxilio excepto yo. Por lo que ante todo déjame a mí al mando, y ten en cuenta todo lo que te digo para sobrevivir, porque es mi casa, es mi hermano, y es nuestro amigo el que está ahí dentro sufriendo la pesada carga de Jack. Así que déjate de hacerte el héroe por una vez, y deja que yo me encargue de todo lo referente a esta casa. Venga, vamos que como sigamos aquí parados vamos a acabar llenos de balazos en un abrir y cerrar de ojos. Ven, es por aquí”-. Y Jason, sin esperar una respuesta de mi parte, se adelantó a la parte trasera de la casa donde no parecía haber nada especial, salvo para sus ojos expertos en dichas paredes.



-“A ver, sé que era por aquí…, tiene que estar cerca… si, aquí está. ¿Ves esta ventana, Tomek? Pues la rompí cuando era un crío al empujar a Jack contra ella en una de nuestras continuas peleas. Mi padre intentó arreglarla pero el enganche se quedó algo flojo, por lo que si hago así… y así… ¡Ya está! Entrada preparada para nuestro acceso a la casa”-. Jason me miraba sonriente con el hueco de la ventana abierto hábilmente con sus manos. Yo aún era incapaz de creer como recordaba esas cosas tan nimias de su infancia, cuando yo ni si quiera era capaz de acordarme de cualquier accesorio roto en mi hogar. Le devolví la sonrisa asintiendo a sus palabras, y entré después de él en lo que parecía haber sido una sala de estar muy bien amueblada que había pasado malogradamente por el tiempo en desuso, haciendo que los muebles, y los suelos estuviesen resbaladizos a causa del polvo acumulado.

Una vez instalados dentro, y desde mi posición pude observar como Jason analizaba detalladamente la estancia gracias a su ojo ya no tan bueno desde que le habían noqueado los testaferros, y a la luz de la luna que bañaba con su pálido resplandor la estancia a través del hueco utilizado para entrar en sus dominios. En cuanto comprobó que estaba todo en orden se me acercó, y con la mayor de las prudencias para no ser oído, me relató sus impresiones. –“Estaba seguro de que esta parte de la casa no estaba siendo utilizada porque como ves, está muy apartada y llena de muebles. Cameron estará en el sótano, o por esa zona en concreto, así que nos escabulliremos hasta allí procurando no hacer ruido. No tengo muy claro donde está ubicado Jack, ya que he intentado escuchar a ver si oía algún ruido en la parte superior donde están las habitaciones, pero no he logrado oír nada. Así que aunque seguramente no esté en casa, iremos con prudencia hasta cerciorarnos de que estamos solos para no correr riesgos ¿de acuerdo?”-.

Jason me hablaba lo más suave posible para no revelar nuestra presencia por lo que yo también colaboré con su plan de sigilo y asentí solamente a sus palabras, para ponernos en marcha lo antes posible. Si Cameron estaba solo en el sótano debía de estar sufriendo un verdadero calvario por mucho que Hyter le hubiera anulado por completo. Así que apresurando el momento, seguí a mi amigo por su casa rezando por no tropezar con ningún artilugio del macabro Jack que revelase nuestra posición, y juntos nos encaminamos hacia una puerta color caoba situada en la cocina que daba directamente hacia el lugar deseado.

La luz en esta parte de la estancia era más intensa que la expuesta en el pasillo colindante, cosa que agradecí en parte enormemente, pero aunque me alegraba poder ver de nuevo, estábamos completamente expuestos en una casa extraña a merced de que el delator nos descubriese, por lo que apurando a Jason le expuse unas palabras apremiantes de las que me arrepentiría más adelante. –“Vamos date prisa en abrirla, o acabará enterándose todo el vecindario de que estamos aquí”-. Jason que no quitaba ojo al picaporte de la puerta en cuestión, se apresuró a confirmar mis palabras con la cabeza, y muy lentamente, inició el giro del picaporte para no producir más ruido del necesario. Al realizarlo, la puerta, chirrió levemente al entreabrirla, y una vez se hubo filtrado la luz necesaria para visualizar las escaleras, Jason se volvió y me dijo –“La luz está abajo así que arrima la puerta, y ten cuidado con las escaleras. Yo iré delante para abrirte el camino”- Y con tal despedida, se adentró en la oscuridad del subterráneo que segundos más tarde me engulliría a mí por completo tras seguir sus pasos.

Al perderle de vista, comencé a descender por las escaleras con toda la suavidad posible que me permitían mis zapatos intentando no caerme a causa de la poca visibilidad que tenía a mí alcance. Delante de mí, sentía a Jason liderar la marcha, yendo hacia el fondo de la estancia sin problema alguno como si hubiera realizado este camino cientos de veces, toqueteando continuamente las paredes en busca de algún alambre, o trampa en general que hubiera puesto Jack en algún momento anterior. Pero por suerte no encontró nada. La zona se encontraba totalmente libre de cualquier peligro, y para cuando bajé el último escalón, mi amigo ya había encendido la luz del sótano iluminando así toda la estancia para realizar nuestra búsqueda más concienzudamente de nuestro amigo.

Durante nuestro rastreo nos dimos cuenta que en la sala nos encontrábamos él, yo, y por desgracia, solamente unos trastos viejos apilados debajo de sábanas. No había ni rastro del chico por lo que mi amigo profanó para sí su desdicha al fracasar en su planificación anticipada con anterioridad. –“¡Mierda! Estaba seguro de que estaría aquí confinado. Venga, vayamos a los pisos superiores a ver si lo ha metido en alguna habitación”- Jason ya me señalaba a la puerta para que partiéramos, pero el destino hizo que no diésemos ni un paso, pues al visualizar a mi amigo, al lado del interruptor caí en la cuenta de que a sus pies, había algo que me resultaba vagamente familiar. –“Oye Jason, ¿eso del suelo no es la bata del hospital que llevaba Cameron la última vez que lo vimos?”- Jason inmediatamente miró hacia sus zapatos, y se agachó para recoger la prenda que tenía a sus pies. Con dicho objeto estaba más que claro que Cameron se encontraba en dicho lugar por lo que aún había esperanza. En cuanto me di cuenta de tal hecho corrí hacia Jason para examinar la prenda juntos, pero entonces, justo cuando ambos estábamos dándole vueltas buscando alguna pista que nos fuera de utilidad, una voz resonó con fuerza en la estancia, haciendo que nos diésemos cuenta de que provenía de lo más profundo del sótano. –“Pensé que estaría más cómodo con ropa de andar por casa, así que se le cambié antes de que llegasen las visitas para que disfrutase cómodamente de vuestra muerte, como buen anfitrión que soy”-.



Al oírlo instantáneamente Jason soltó la prenda, y se llevó la mano al revolver que tenía en la chaqueta. Yo por mi parte me quedé atónito ante la figura de Jack que salía de entre las sombras de una puerta interior en la que ambos no habíamos reparado entre tanto inmueble esparcido por la sala. Sin pestañear apenas, Jason fijó claramente a su objetivo, y preguntó con suma rabia acumulada la pregunta que ambos nos estábamos haciendo en dichos momentos. –“Donde lo tienes, Jack. Dímelo, o juro que te vuelo la cabeza ahora mismo”-. Sabía que era imposible hacerle entrar en razones en dicha circunstancia, así que me esperé lo peor al oír como Jack lejos de responder, le provocaba aún más. –“Tal y como está tu vista ahora, tienes más posibilidades de darle a Tomek antes de que me aciertes a mí. Aquí los únicos que van a morir sois vosotros dos, así que déjate de gilipolleces y comienza a suplicar por tu vida ahora que aun puedes hablar”-.

Jack se encaminó a sacar también un arma de sus ropas pero se quedó a medio camino, pues un extraño ruido se había escuchado en la planta superior indicando que algo estaba ocurriendo en dichos dominios. –“Vaya, ¿os ha dado tiempo de traer refuerzos? ¿A cuál de los dos inútiles voy a tener la oportunidad de matar?”- Jack se sentía libre de mirar hacia el techo, mientras Jason aun le estaba apuntando con los dientes apretados. Sabía que manteniendo el secreto del paradero de Cameron, el testaferro estaba libre de heridas por mucho que le amenazasen, por lo que se sentía de lo más relajado dominando la situación. Lo que no sabía es que debido a ese relax, me había dado una pista crucial de donde se encontraba nuestro amigo en estos momentos de infortunio. –“Tiene que estar por aquí”- Dije rápidamente en un desvanecido susurro aprovechando el despiste de Jack ante el ruido. Jason me miró de reojo extrañado, y de repente abrió los ojos exageradamente ante la sorpresa de entender lo que le estaba diciendo. Si Jack se pensaba que Peep o Magda nos habían acompañado es que Cameron estaba cerca de él donde lo tenía controlado. Sino podría haber pensado que se había caído de su soporte, o algo similar como había pensado yo instintivamente en el momento en que sentí el golpe.

Jason volvió a mirar a Jack que seguía creyendo que tenía la sartén por el mango, y no dijo nada más. Apuntó hacia su hermano, y sin que él se lo esperase, disparó. Errando en el tiro y dando sin querer a la puerta debido a su empobrecida vista. Fue entonces cuando el caos comenzó a reinar en el lugar. Observando que había fallado, Jason hizo una mueca de enfado y se dispuso a apuntar para disparar de nuevo, pero su tentativa quedó anulada por otros sonidos de disparos comenzaron a resonar cerca de nuestra posición disparados milagrosamente desde la puerta, sin que fuera Jack el autor, ya que debido al disparo ocasionado contra su persona, se había lanzado hacia un lado, y todavía semi apoyado en el suelo, observó atónito cómo corríamos despavoridos hacia su dirección escapando de los desperdigados impactos que surgían hacia las paredes debido a que el tirador se encontraba en un ángulo muy elevado para su difusión. Juntos ya los tres en la misma ubicación, vimos como un correteo por las escaleras indicaba que alguien bajaba a toda prisa a nuestro encuentro. Por el sonido de vitalidad, supuse que no sería Cameron, pero a pesar de ello, ni en mil años me hubiera podido imaginar a la persona que ya se situaba en frente de nosotros con un arma levantada encañonándonos ahora directamente. Increíblemente, observé atónito como reconocía su rostro en el acto. Era la chica que encontramos en el bosque con los campesinos de la edad de Cameron, que advertía a sus compañeros sobre lo que les haría el alcalde sino lograban llevarnos con vida ante su presencia.



Al verla recordé las palabras de Jason respecto al alcalde, y de como este no iba a permitir que solo Jack se encargase de buscar a su hijo. Lo que no me esperaba sin embargo, es que mandara a una criatura tan pequeña a meterse en la boca del lobo. La pobre chica intentaba mantenerse lo más fuerte que podía dada la situación en la que se encontraba enfrentándose a tres hombres adultos, y con voz un poco temblorosa preguntó. –“¿Dónde está el hijo de Larson?”- confirmando mis sospechas alzadas sobre su propósito en la sala.

Todo el mundo se quedó en silencio ante la sorpresa mayúscula que aun estábamos viviendo. Tan solo Jack que parecía más exasperado que otra cosa, expuso con un tono molesto. –“Vaya, vaya, más ratas que vienen a por el trozo de pastel. Si lo llego a saber lo dejo abandonado en el bosque, y os organizo unas pistas para entreteneros.”-

Al escuchar sus palabras la chica gritó un –“¡cállate!”- mientras apuntaba temblorosa a su dirección. Esto podía acabar muy mal para todos, ya que Jack se había puesto a contar tranquilamente las balas que le quedaban en la recamara sin hacerle el mejor caso dispuesto a eliminarla por completo, por lo que decidí intervenir para calmar las cosas. –“Por favor, parad los dos esta locura, o no saldremos ninguno vivo de aquí. Además ambos trabajáis para que Larson tenga de nuevo a su hijo, así que no hay necesidad de amenazaros de esa manera”- Aunque intenté parecer lo más racional posible en mi alegato, no pareció hacer el efecto deseado en ninguno de los presentes. La niña al escucharme pasó de apuntar al hermano de mi amigo, a dirigir abruptamente la pistola en mi dirección, mientras Jack seguía ignorándonos por completo, y Jason me miraba con cara de incredulidad debido a que había intentado calmar el enfrentamiento entre dos enemigos. Ahora era yo el que me encontraba en el ojo del huracán, por lo que necesitaba con urgencia que la niña bajase el arma antes de que cometiese alguna imprudencia, así que, intentando tranquilizarla a modo de rendición, levanté las manos para que viese que no pensaba hacerle nada mientras me sorprendía con las siguientes declaraciones. –“¡¿¡Pero qué estás diciendo!?! Yo no pienso devolverle a Larson nada. Si quiero al tío ese es para vengarme de toda esta gentuza que acaba de masacrar a todos los míos, así que dime donde está, o te mato. Juro que lo haré”- Su enfatización hizo que la muchacha comenzase a señalarme repetidamente con el arma lo que me aterraba enormemente ante la posibilidad de que disparase, y me acertase de lleno. Jason al verlo ya me estaba intentando apartar de su rango de disparo, mientras Jack contestaba a sus palabras con dureza. –“¿Dices que quieres vengarte porque hemos matado a unos tíos que se colaron en nuestras infraestructuras por la fuerza, armando un jaleo de mil demonios? A la que deberíamos matar es a ti por traidora, niñata. Prepárate porque en cuanto informe a Larson de que te has revelado contra nosotros y has intentado hacer daño a su hijo en el camino, te masacrará en mil trozos que luego enviará a esa familia de paletos que tienes como regalo”-.

Al oírlo la chica que ya estaba al límite apuntó hacia él e intentó disparar varias veces en su dirección infructuosamente, ya que su arma había sido completamente descargada con anterioridad en los disparos erráticos de las paredes. Jack debió provocarla con toda la cuenta para que se diera cuenta de su desgracia antes de morir, pues con una sonrisa triunfal levantó comenzó a levantar su arma lentamente contra la indefensa niña temblorosa que le miraba con absoluta estupefacción, y le espetó –“más suerte la próxima vez, campesina”- mientras yo ya le estaba gritando con fuerza para evitar el disparo. Sabía que no serviría de nada, pero aun así intenté frenar su tentativa, intentando evitar una desgracia. –“¡Jack, por lo que más quieras no lo hagas. ¡Llévala ante Larson. Entrégala a los testaferros, pero no le dispares!”-. Mis palabras eran sin sentidos que brotaban de mi boca para implorar el perdón de nuestro enemigo, el cual, para hacer más daño con la incertidumbre, se había tomado el tiempo suficiente para girar la cabeza en mi dirección, riéndose de mi ataque de histeria. Pero el capricho de la casualidad hizo que dicho acto fuese el sentenciador de su redención, ya que en el momento en que sus ojos pusieron la vista hacia mi posición, un ruido ensordecedor irrumpió con fuerza en nuestros oídos desde el piso superior, haciendo su mirada cambiase de la confianza absoluta a una especie de estupefacción exacerbada ante lo que se nos venía encima. Al principio le miré extrañado ante la exageración de su acto. No comprendía a que se debía tal efecto, ya que con los nervios alterados era incapaz de centrarme en descifrar racionalmente lo que acababa de escuchar en esos precisos momentos de caos absoluto, pero después de oír posteriormente, el sonido gutural que provenía del interior de la casa lo comprendí de inmediato. No estábamos solos, en el peor de los sentidos. Ahora todos compartíamos el mismo macabro destino, en el que una criatura nos habría encontrado sin que nos diésemos cuenta a causa del calor del momento, acudiendo rauda hacia una puerta donde minutos atrás yo había apresurado a mi amigo para entrar en lo que era ahora nuestra sentencia de muerte.


Continuará…

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